lunes, 28 de noviembre de 2011

17 años... 17 años de nada.

No me voy a andar poniendo alguna introducción, pues no creo que alguien vaya a leer este blog, lo hago como método para deshaogarme ante el nulo interés hacia mi persona que me rodea diariamente. Asi que puedes irte.

Dicen que el amor sólo dura como mucho dos o tres años. Yo no soy así. Llevo enamorado de la misma persona desde que sé lo que hago. Se podría decir que empecé a verla con otros ojos en sexto de primaria, desde entonces, nunca me había obsesionado con ella hasta hace dos meses... me gustaba, estaba enamorado de ella, pero no me ponía triste porque ni me mirara como ocurre ahora, quizás porque siempre que pensaba en ella decía... bueno, ya lo intentaré, hay tiempo de sobra y soy joven... el problema es que ahora no hay tiempo. Sí, tengo diecisiete años, pero no me queda tiempo. En junio, dejaré de verla. Ella hará su carrera, yo haré la mia, y probablemente no nos volvamos a ver hasta algún encuentro repentino en la calle.

Pero la frustración no radica sólo en que no me queda tiempo, su núcleo está en que no atrevo a hacer algo que tendría que haber hecho hace muchos años. Por eso, no tengo tiempo, por eso, no soy feliz, y seguramente que por eso, por no hacerlo, en el futuro estaré solo.

Así que lo que me espera durante el resto de mi vida, a no ser que cambie y que me enfrente a mis intereses como debe ser, es un futuro pleno de soledad.

Soledad es lo que me espera, pero tampoco puedo hablar mucho de lo que llevo hasta ahora. Durante mis 17 años de vida, me he creído feliz, pensaba que era feliz hasta que, reflexionando, vi que no tenía nada. En 17 años de vida no he conseguido nada. Tengo familia, "amigos" pero nada más. Fracaso tras fracaso...

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