miércoles, 25 de enero de 2012

De maduro nada.

Parece que, por no parar de llorar y por centrarme en otro tipo de "problemas" soy maduro. Discrepo.

Suena poco creíble, pero en los últimos meses he cambiado radicalmente. Hace meses, era una persona alegre, que sólo se preocupaba de estudiar y de no buscarse problemas; y sobretodo, no miraba con miedo a lo que podía ser su futuro. No me preocupaba de nada más porque me creía capaz de todo, me creía guapo, bueno, inteligente... pero después, al volver a ver a esa persona cada día, al ver que no era ni siquiera capaz de saludarla, al ver que no todo es tan bonito llegas a la conclusión de que ni eres guapo, ni eres bueno y con toda seguridad, eres tonto.

Quizás eso sea lo que muchos llaman "madurez"... pero lo dudo, porque una persona madura no puede estar quejándose continuamente como lo hago yo. Es absurdo quejarte de que una chica no sabe que existes cuando ni siquiera te has puesto delante de ella... y lo peor, no puedo hablar de esto como si fuera el fin del mundo... existen millones de problemas más graves y para mí que esa chica ni me mire es motivo de depresión o quizás de algo peor, lo que deja claro que soy idiota.

Por lo tanto, a pesar de que ahora vea las cosas de una manera un poco más "adulta" sigo siendo el mismo tonto de siempre, un chaval que no para de "llorar" por cosas absurdas.

Ha llegado el momento de dejar de llorar. Nunca más.

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